Unidos Por Medio Oriente

Por tanto, id

Las últimas palabras de Jesús antes de volver con su Padre fueron:

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. (Mateo 28:19)

Recuerdo que después de bautizarme tuve tres días maravillosos con Dios. Junto con mi iglesia fuimos a un lugar que estaba apartado de la ciudad, se podía disfrutar la naturaleza y respirar aire fresco. Para mí era un lugar especial porque la presencia de Dios sin duda estaba allí.

La última charla que dieron trataba el tema de la Gran Comisión: el deber de todo cristiano de ir y predicar el evangelio y compartir a los demás del amor de Jesús. Yo salí con las pilas cargadas y con mucha pasión de ir y compartirles a muchas personas de lo que Dios había hecho en mi vida, de los planes y propósitos que Él tenía para sus vidas.

Y reflexionando sobre eso, me encuentro con este pasaje donde Jesús, antes de ascender al cielo, les da el encargo a sus discípulos de llevar las buenas noticias a todo el mundo, no sin antes anunciarles que vendría el Espíritu Santo para que juntos lo realizaran.

El Espíritu Santo es el encargado de revelarnos las intenciones de Dios. Él nos da una palabra para poder aplicarla y compartirla con los demás. Si queremos realmente compartir el evangelio de Jesús debemos ser llenos de su Espíritu para tener las fuerzas, valentía y coraje de ir y hablar; y hablar lo que Dios quiere que hablemos.

Vemos el pasaje donde Jesús le pregunta a Pedro si lo ama, y él responde: “Sí Señor, sabes que te amo”, a lo que Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas»; Jesús relacionó el amor que Pedro sentía por Él con el amor que Pedro debía sentir por la gente.  La necesidad del pueblo de Israel de escuchar el mensaje de salvación era notable; y lo mismo sucede hoy en día, la necesidad que hay en las personas de escuchar un mensaje que transforme sus vidas es urgente.

Hoy Jesús te pregunta “¿Me amas?”…  Si tu respuesta es: “Sí Señor, sabes que te amo” entonces prepárate para ir a los lugares donde Jesús quiere que vayas. No importa el lugar en donde estás, ni los recursos que necesites para hacerlo. Jesús necesita gente dispuesta a ir, a dejarlo todo para llevar luz a los lugares donde hay oscuridad.

Solo necesitas ser lleno del Espíritu Santo, pedirle dirección a Dios y una palabra. Ten por seguro que Dios suplirá cualquier necesidad que surja para cumplir su obra y te dará los medios necesarios para que vayas y hables de Él.

Recuerda que somos embajadores del Reino de los cielos y debemos cumplir la Gran Comisión de ir y predicarle a toda criatura.

Escrito por: Paul Ch

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