¿Alguna vez has estado perdido en la calle tratando de encontrar una dirección? Quizás has dado vueltas y vueltas preguntando cómo llegar y cuando no has podido encontrar el camino correcto te diste por vencido y regresaste a casa.
Muchas veces eso ocurre en nuestra vida espiritual. Buscamos la dirección correcta y al no encontrar una respuesta nos damos por vencidos y regresamos a casa.
Dios nos da discernimiento y el libre albedrío para escoger qué camino continuar pero a veces hay un punto de quiebre donde sentimos que no podemos continuar lo que estábamos haciendo y donde necesitamos urgentemente cambiar de dirección.
Pero, ¿cuál es la dirección correcta?
Como lo afirmó el sabio Rey Salomón, la dirección correcta es ser obedientes a la voz de Dios. Él es nuestro creador y por ende sabe que no somos capaces de tomar las riendas de nuestra vida con nuestra propia sabiduría, por eso nos dejó su palabra escrita. Cuando depositamos nuestra fe en Dios y creemos su palabra nuestro entorno cambia completamente.
El pueblo de Israel dio vueltas por el desierto cuarenta años por no haber elegido el camino correcto y por haberle dado la espalda a Dios
Decisión y dirección van de la mano, cuando tú tomas una decisión estás eligiendo el camino que vas a seguir. Las personas que se pierden en las drogas, sexo fuera del matrimonio, masturbación y pornografía (entre muchas otras cosas)… echan a perder sus vidas por las malas decisiones que tomaron.
En nuestra vida espiritual debemos encontrar una relación más íntima con Dios pero algunos lo logran y otros no. Es necesario examinar profundamente nuestro corazón y preguntarnos: ¿Estoy tomando la dirección correcta? ¿Será que necesito hacer algo distinto?
Dios quiere que tomes el camino que te está ofreciendo, tal vez no lo has notado por problemas que pasan a tu alrededor, pero déjame decirte que Él sí sabe cómo solucionarlo y te mostrará el camino correcto para que llegues a casa. Tal vez estás en un tiempo en que necesitas cambiar de rumbo.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
– Proverbios 3:5
Pídele dirección a Dios y deja que el Espíritu Santo guíe tu camino.
Escrito por: Paul Ch