Unidos Por Medio Oriente

El poder del evangelio

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. – Romanos 1:16-17 (RVR60)

En el mundo donde vivió el apóstol Pablo ser seguidor de alguien que muerto en una cruz no era motivo de orgullo. Sin embargo, Pablo nos explica el gran honor que le causa predicar el Evangelio porque el Evangelio en sí mismo es poderoso para salvar a quién decide creer en su contenido.

El Evangelio es para todos

Pablo menciona “…al judío primeramente, y también al griego” porque el corazón de Dios es que todos le puedan conocer.  Su plan de salvación te incluye a ti, a mí, y al mundo entero. Esto nos muestra el amor de Dios, que,  pese a nuestros pecados, desde el principio tuvo un plan de rescate por la humanidad. Él sabía que ninguna acción humana podía destruir el poder del pecado. Solo Cristo en la cruz pudo vencer al pecado, la muerte, y al enemigo de nuestras almas.

Con el mismo amor, misericordia y gracia que nuestro Padre nos incluyó nosotros debemos amar a los demás, predicando el Evangelio y participando de la obra evangelista en nuestras comunidades y entorno.

Nuestra fe puesta en Jesús

La fe es necesaria para ser salvos tal como lo afirma la Escritura al decir: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”

En nuestro caminar como creyentes la fe nos acompaña en todo nuestro peregrinaje por esta tierra, porque es por medio de la fe que primeramente Dios nos hace salvos. La fe demuestra que nos vemos como realmente somos: pecadores necesitados del perdón de un Dios Santo. La fe nos ayuda a depender totalmente en Dios y a saber que Él cumplirá su propósito en nuestras vidas; y  también nos ayuda a atravesar los momentos difíciles con paz, gozo y esperanza en Aquél que nos amó primero.

Mucha gente dice tener “fe” pero no significa que su “fe” sea aceptable para Dios ya que se puede tener fe en las propias fuerzas, en la familia, en la ciencia, en la religión, incluso en los sistemas de gobierno…  pero si nuestra fe no descansa en Jesús viene a ser nada. Por lo tanto, fe en Jesucristo es una condición necesaria para que Dios pueda obrar en nuestro corazón.

Las buenas noticias del evangelio

El Evangelio son las buenas noticias acerca del Hijo de Dios viniendo a la tierra como hombre y muriendo en la cruz por nuestros pecados. El evangelio es Cristo resucitando y venciendo al pecado, es Cristo siendo exaltado por el Padre y es la esperanza de su regreso a la tierra. Y el mismo Cristo que con su amor eterno, constante y lleno de gracia nos abrazó a ti y a mí, desea reconciliarse con todo aquél que desee seguirle.

El evangelio está lleno de poder y toca lo más profundo de nosotros porque nos hace ver nuestro pecado y nos da la gracia de arrepentirnos.  ¡Qué honor poder ser embajadores del Evangelio! No nos cansemos de predicarlo y proclamar sin temor que el reino de Dios se ha acercado.

Escrito por: Magaly Hernández

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